jueves, 19 de febrero de 2009

Drácula (Bram Stoker)

Como todos sabemos, Drácula existió de verdad (aunque con otro nombre y sin ser realmente un demonio chupasangres). Bram Stoker se basó en este personaje histórico para crear al vampiro más famoso de la literatura. La novela empieza con un notas un poco pardillo, llamado Jonathan Harker, que se ve obligado a ir hasta Transilvania a terminar de venderle unas kelis londinenses al conde Drácula, ya que su compañero Renfield, que se estaba comiendo hasta el momento el marrón, se ha vuelto (aparentemente) loco. Una vez en el castillo, el Conde poco a poco se muestra más perverso, hasta que finalmente Drácula se pira a Londres y deja a nuestro pardillo procurador encerrado en el castillo. Es un novelón digno de ser recomendado. El lector se va enterando del transcurso de la historia a través de los diarios de los personajes. En 1992 Coppola la llevó a la gran pantalla (que por cierto, también es recomendable, sobre todo por el jachondo Gary Oldman interpretando a Drácula).